miércoles, 7 de abril de 2010

Juegos Olímpicos de Berlín 1936


Los XI edición de los Juegos Olímpicos de verano de la era moderna se llevaron a cabo en Berlín, Alemania entre el 1 y el 16 de agosto de 1936. Participaron 4.066 deportistas (3.738 hombres y 328 mujeres) de 49 países compitiendo en 19 deportes y 129 especialidades.
Barcelona estuvo luchando hasta el último momento para organizar estos Juegos Olímpicos que serian los XI de la era moderna, pero al final Berlín se llevo el gato al agua. Cuando se celebraron estos Juegos Olímpicos el Partido Nacional Socialista estaba en el poder, no así cuando se los otorgaron, motivo por el cual hubo disputas en los comités de los distintos países de acudir o no, pues como es sabido el principio de la raza superior, que propugnaba el Partido Nacional Socialista, era incompatible con el espíritu olímpico. Pese a esto fueron unos juegos de una seriedad y organización excelentes, no conocido hasta el momento.

Por primera vez la antorcha olímpica se había encendido en Olímpia, en el templo de Zeus.La olimpiada de Berlín acogió a 4000 atletas de 49 países distintos, las mujeres se hospedaron en las inmediaciones del estadio y los hombres en la villa olímpica. Gracias al buen estado de las instalaciones se batieron 15 marcas y se igualaron 3 en las 29 pruebas que se disputaban en atletismo, a ello contribuyó sin lugar a dudas el legendario Jesse Owens, que mantuvo uno de sus records durante un cuarto de siglo. España pese a estar en Berlín parte de la delegación, regresaron a España pues había comenzado la guerra civil española.

La asistencia de público fue la mejor de todas las olimpiadas celebradas hasta entonces; el estadio olímpico se llenaba dos veces al día al igual que la piscina olímpica con una capacidad para 20.000 espectadores, en la maratón se congregaron en el recorrido un millón de personas.

Estos Juegos Olímpicos estan inmortalizados por el film que mando rodar Hitler a la cineasta Leni Riefenstahi con el título de "Olimpiada".


El mito de Jesse Owens.

El aspecto más controvertido de los juegos fue el intento de Hitler de utilizar los juegos para demostrar sus teorías sobre la superioridad racial aria. Al final, el atleta más popular de los juegos fue el afroamericano Jesse Owens, ganador de las pruebas de 100 m, 200 m, 4x100 m y salto largo. Existe un mito muy extendido que afirma que Hitler rehusó dar la mano a Owens, no obstante Hitler solo felicitó personalmente a los dos primeros ganadores de los juegos (saltándose el protocolo puesto que no debía felicitar en persona a nadie) no repitió esas dos primeras felicitaciones con nadie más.

El propio Jesse Owens afirma en sus memorias que recibió una felicitación oficial por escrito del gobierno alemán, y que sin embargo el presidente Franklin Delano Roosevelt no invitó al atleta a las celebraciones en la sede de gobierno.

Jesse Owens

Otra leyenda urbana es que los juegos fueron un momento de humillación para el régimen nazi porque algunos atletas negros consiguieron un gran número de medallas. En realidad, la competencia no constituyó una humillación para la Alemania Nazi ya que el país anfitrión logró recoger más medallas que los demás países y Hitler se mostró complacido con el resultado.


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